martes, 26 de febrero de 2013

Nuestro jugo de Aloe Vera


Nuestro jugo está estabilizado en frío, es 100% natural y se extrae directamente de la planta. Por eso se denomina 1:1.
Procede de cultivos ecológicos, contiene un mínimo de 6,65% de polisacáridos activos naturales propios del aloe vera.

Posee el sello de garantía IASC (Consejo científico Internacional del Aloe - http://www.iasc.org/complete.html), lo que le otorga del certificado de calidad.
Y está libre de aloína, por lo que carece de contraindicaciones.
Es tan inofensivo como el de cualquier fruta.
Se consume desde hace más de 4000 años y aporta beneficios en problemas de: acidez de estómago, úlceras, gastritis, asma, psoriasis, artritis, reuma, migrañas, estreñimiento, colitis, problemas menstruales, psoriasis, cirrosis, incontinencia nocturna, hepatitis, colesterol, problemas de corazón, angina de pecho, triglicéridos, sobrepeso, celulitis, caída del cabellos, afecciones de la piel...


Algunos de los componentes más importantes del Aloe Vera son:

VITAMINAS:
Vitamina A: También es conocida con el nombre de retinol (debido a sus beneficios sobre la retina). Se trata de un potente regenerador celular, ideal para terapias contra la psoriasis o el acné.
Mejora la visión y previene el envejecimiento prematuro. Favorece a su vez el crecimiento de los tejidos, en particular de los la piel, los ojos y las mucosas. Vitamina B1: Se conoce también con el nombre de tiamina. Protege el sistema nervioso, estimula la actividad cardiaca y facilita la digestión.
Vitamina B2: O riboflamina. Facilita la trasformación del alimento en energía. Combate la anemia gracias a que favorece la absorción del hierro y mejora el cabello, las uñas y la piel.
Vitamina B3: O niacina. Efectivo desintoxicarte; también contribuye a la reducción del colesterol, pues participa en la síntesis de las grasas. Aloe Vera en digestion
Vitamina B5: También conocida como ácido pantoténico. Se encuentra en casi todos los alimentos y estimula la regeneración celular, protege la piel y el cabello y es un poderoso hidratante.
Vitamina B6: O Piridoxina. Ejerce un efecto beneficioso sobe el sistema inmunológico, facilitando las conexiones entre el sistema nervioso central y el periférico.
Vitamina B9: O ácido fólico. Combate la anemia y previene malformaciones fetales y tumores.
Vitamina B12: O cobalamina. Favorece la concentración y la memoria, también previene la anemia y ejerce una función protectora en lesiones precancerosas de pulmón, sobre todo en fumadores. Acelera la recuperación de convalecientes y ancianos.
Vitamina C: O ácido ascórbico. Es un potente antioxidante, estimula la formación de colágeno y refuerza el sistema inmunológico. También actúa en la prevención de tumores.
La deficiencia de vitamina C puede llevar al resecamiento y formación de horquilla en el cabello, gingivitis (inflamación de las encías) y encías sangrantes; piel áspera, disminución de la tasa de cicatrización de heridas; tendencia a la formación de hematomas; dolor e inflamación de las articulaciones; anemia y posiblemente aumento de peso debido a la baja tasa metabólica y bajo gasto de energía
Vitamina D: O calciferon. Favorece la absorción de minerales en los procesos de osificación.
Vitamina E: O tocoferol. Potente regenerador celular y antioxidante. Cuida y mejora la piel, así como el aparato cardio-circulatorio.
Vitamina M: El ácido fólico actúa como catalizador, facilitando la acción de otras vitaminas. La deficiencia del ácido fólico inhibe el crecimiento de ciertas células y también es imprescindible para el correcto metabolismo de los aminoácidos, mejora la lactancia, protege contra parásitos intestinales, promueve una piel saludable, actúa como analgésico contra el dolor, útil en el tratamiento contra la anemia.
MINERALES:
El aloe es rico en sales minerales, entre las que destacan:
Hierro: Componente esencial de la hemoglobina de la sangre (a la que da el color) El hierro ayuda al crecimiento, crea resistencia a las enfermedades, reduce la fatiga, cura y previene la anemia.
Calcio: Previene la osteoporosis, la artritis y otros problemas reumáticos, ayuda a la coagulación de la sangre cuando es necesario y regula el ritmo cardiaco y los impulsos nerviosos.
Fósforo: Combinado con el calcio favorece la mineralización de los huesos y aporta vigor y energía a los músculos.
Magnesio y Manganeso: Mejoran la musculatura y regulan el ritmo cardiaco. También tienen propiedades calmantes y antidepresivas.
Potasio: Combate la hipertensión, mejora el rendimiento deportivo y elimina residuos del organismo.
Cromo: Favorece la actividad enzimática y regula la glucosa y el colesterol.
Cobre: Buen antioxidante y antiinflamatorio. Útil contra la artritis y los trastornos de la circulación.
Sodio: Regula el equilibrio de los líquidos en el organismo. Conviene no excederse con los alimentos ricos en sal, pues el exceso de sodio puede aumentar la presión arterial. aloe vera en la sangre
Zinc: Estimula el sistema inmunológico, regenera las células, es antiinflamatorio y potencia el apetito sexual. La carencia de zinc genera anemia y en los hombres hipertrofia de la próstata, que en muchos casos degenera a su vez en cáncer de próstata.
AMINOACIDOS:
El aloe aporta veinte de los veintidós aminoácidos que necesita nuestro organismo, siete de los cuales son esenciales y no podemos sintetizarlos por nosotros mismos, por lo que hemos de recurrir a aportes externos.
Son fundamentales para la asimilación de las proteínas y muy necesarios para aquellas personas que tengan una intensa actividad deportiva. Los esenciales son: valina, treonina, metionina, lisina, leucina, isoleucina y fenilalanina.
Los no esenciales, que nuestro organismo es capaz de producir son: serina, prolina, histidina, hidroxiprolina, glutamina, glicina, L-arginina, alanina, ácido glutámico y ácido aspártico.
Existen dos aminoácidos más en el aloe denominados semi-esenciales: tirosina y cisteína.
ENZIMAS:
Son sustancias proteínicas que posibilitan importantes reacciones bioquímicas en el organismo, como la digestión de grasas y proteínas, como es el caso de la lipasa y la proteasa; o actuar sobre la inflamación de tejidos, favoreciendo la cicatrización y produciendo un efecto analgésico, como la carboxipeptidasa.
POLISACARIDOS:
Son responsables de muchos de los efectos terapéuticos del aloe.
Son glúcidos complejos constituidos por largas cadenas de azúcares simples (glucosa y manosa). Protegen las paredes del estómago y el intestino, aumentan las defensas y mantienen hidratados los tejidos. Destaca el acemanano, que además es germicida, fungicida y bactericida.
ANTRAQUINONAS:
Son laxantes naturales y potentes antibióticos y antivirales. salud y deporte
En el aloe destacan la aloemodida, el ácido aloético, el ácido cinámico y el ácido crisofánico. Regulan la actividad intestinal.
SAPONINAS:
Son detergentes naturales con propiedades antisépticas y antibióticas.
ESTEROLES:
Son potentes antiinflamatorios naturales. Combaten eficazmente las inflamaciones. Destaca el lupeol, analgésico, antiséptico y purificador.
LIGNINA:
Su principal característica es que puede penetrar hasta las capas más profundas de la piel, potenciando el efecto del resto de las sustancias que componen el aloe.

Existen más de 250 variedades de aloe, de las que sólo unas pocas son empleadas en la elaboración de productos de salud y belleza, porque aunque son muchas las aplicaciones que tiene, es precisamente en la piel donde sus cualidades resultan más visibles. El secreto de poder curativo está en el vigoroso efecto que producen sus principios activos al interactuar.
No es fácil encontrar en la naturaleza una planta que reúna tantas propiedades beneficiosas para la salud en general y para la piel en particular.
Se han descrito más de 100 sustancias contenidas en el aloe vera que mejoran el funcionamiento cotidiano de nuestro organismo; entre otros posee propiedades fungicidas, bactericidas, antiinflamatorias, reguladoras y analgésicas.


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